Llegan novedades al portfolio de servicios de CUSTOS, y desde ya, tenemos a disposición de nuestros clientes un área de diseño gráfico corporativo integrada en el departamento de marketing y comunicación.

Vivimos en una época en la que lo visual tiene una enorme importancia. La imagen que una empresa trasmite es fundamental para conseguir llamar la atención y captar o retener a clientes y potenciales clientes.

Por ello, es importante contar con una imagen corporativa potente, atractiva y moderna, que nos haga reconocibles, que nos distinga de nuestros competidores y que utilice el fuerte componente emocional que tiene la imagen para transmitir un mensaje sobre quiénes y cómo somos.

Manual de identidad corporativa

La imagen de marca de una empresa forma parte de su estrategia de marketing y está compuesta por muchos elementos: logotipo, colores corporativos, fuentes y tipos de letra… Todos ellos y las directrices de uso se recogen en un manual de identidad corporativa, que contemplará cómo utilizar los elementos de la imagen de marca en todos los tipos de comunicaciones que realiza la empresa.

Gracias al manual de identidad corporativa las personas que forman parte de la empresa, pero también posibles proveedores externos, por ejemplo, una empresa de publicidad, tendrán las pautas para transmitir una imagen de marca coherente y fácilmente reconocible a primera vista.

Así, tendremos plantillas de correo, un diseño web acorde a nuestra identidad corporativa, plantillas para los envíos de newsletters a clientes y subscriptores, diseños propios para publicaciones en redes sociales, cartelería, pautas para nuestros anuncios publicitarios…

Porqué elegir un diseñador gráfico profesional

Es evidente que diseñar la identidad corporativa de una empresa es una labor compleja en la que han de tenerse en cuenta muchos factores. No basta con saber manejar herramientas de diseño gráfico. Hace falta, además, tener conocimientos en comunicación, creatividad, y capacidad para utilizar todo ello para convertir una imagen en el reflejo de la identidad y la filosofía de una empresa.

Por eso, la mejor opción es contar con un diseñador gráfico profesional, una persona creativa y formada para transmitir ideas y mensajes de forma visual, y causar, gracias a esas imágenes, un efecto psicológico que marque la diferencia y sea capaz de captar al público al que se dirige la empresa.