Según el estudio “Los medios sociales en España: la visión de la alta dirección”, el 64% de la empresas incluye los medios sociales en sus planes de comunicación y marketing. Un fenómeno que no va a dejar de crecer, porque cada vez son más empresas, no importa su tamaño, que toman conciencia de la importancia de estar presentes en las redes sociales, y que se deciden a crear un perfil propio en aquellas que consideran más importantes, o que más beneficios pueden proporcionarles.
Pero tener un perfil en Facebook, Twitter o Google+ no es garantía de nada, y muchas de ellas no tardan en descubrirlo. Conseguir que tu presencia en las redes sociales tenga un impacto directo en los beneficios o la influencia de tu empresa requiere tiempo, trabajo, paciencia y dedicación.
Según la Cuarta oleada del Observatorio de las Redes Sociales, las marcas son aceptadas en las redes sociales, pero los consumidores ponen condiciones. No vale todo, y, entre otras cosas, los usuarios rechazan usos abusivos de los datos personales, la presencia excesiva de las marcas o un tono de comunicación no adecuado.
Es decir, no basta con estar. Es imprescindible poner en marcha una estrategia, y tener muy claro, por un lado a quién nos dirigimos y qué vamos a hacer para que se acerque a nosotros, y por otro, que objetivos tenemos y qué tipo de acciones vamos a realizar para conseguirlos.
Sin una estrategia clara, será difícil que afrontemos lo que el Observatorio de las Redes sociales denomina la “progresiva sofisticación” de los usuarios, y posiblemente no conseguiremos los resultados esperados.
Esto puede llevarnos a la decepción y a renegar de una herramienta que, bien utilizada, puede reportar enormes beneficios a nuestra imagen de marca, y en consecuencia también a nivel económico, a un coste muchos más reducido que las campañas promocionales tradicionales.
Cinco errores que una buena estrategia puede evitar que cometamos
La falta de una estrategia y de conocimiento de las reglas básicas de uso de las diferentes redes sociales nos puede llevar a cometer, de inicio, una serie de errores que pueden perjudicar nuestra imagen de marca.
Si todavía no hemos iniciado nuestra andadura en este ámbito, no resulta difícil evitarlos con una buena planificación. Y si ya estamos en las redes, y hemos cometido alguno de ellos, seguro que estamos a tiempo de solucionarlos, siempre que “paremos máquinas”, analicemos lo que hemos hecho y qué resultado nos ha deparado, y seamos capaces de empezar de nuevo, esta vez con una nueva mentalidad y la ayuda que proporciona contar con un buen plan de redes sociales.
Pero para empezar, conozcamos cuáles son esos errores:
1. Uno de los errores más comunes que cometen las empresas cuando se introducen en las redes sociales es lanzarse a la consecución de muchos seguidores sin distinción. Conseguir seguidores es importante, por supuesto, pero buscarlos de manera indiscriminada, sin pararnos a pensar quiénes somos y quiénes pueden estar interesados de verdad en lo que hacemos o vendemos, puede llevarnos a fracasar de manera estrepitosa y a no sacar partido ninguno a nuestra presencia en las redes.
2. Otro error generalizado es no tener marcados unos objetivos claros de comunicación.
Subir contenidos y más contenidos para que los usuarios vean que estás activos en las redes, sin pensar si estos pueden ser interesantes y/o útiles para nuestros usuarios puede abocarnos directamente al fracaso: cansaremos a nuestros seguidores, que huirán de nosotros como de la peste porque no les interesa nada de lo que decimos, o bien acabarán ignorándonos, digamos lo que digamos.
Y si agobiar a nuestros seguidores con un exceso de contenidos es perjudicial, también lo es que abramos nuestra cuenta, hagamos un trabajo de promoción de la misma para obtener seguidores, y una vez conseguido ese objetivo, la dejemos abandonada, y sólo nos acordemos de ella de vez en cuando. Si nos comportamos así, daremos una sensación de dejadez que perjudicará gravemente nuestra imagen.
3. También es habitual que las empresas que entran en las redes sociales las consideren como una mera herramienta de promoción, y que inunden sus perfiles de mensajes promocionales. Se dedican a hablar de sí mismos sin escuchar lo que los usuarios pueden tener que decirles, sin interaccionar con ellos, y sin ofrecerles nada a cambio de su atención. Este comportamiento es otro factor seguro de fracaso.
La comunicación empresarial ha dejado de ser unidireccional. Ya no basta con idear una brillante campaña de promoción , darle la máxima difusión, y confiar en que nuestros posibles clientes la reciban con agrado y se decidan a comprar lo que vendemos o contratar nuestros servicios. Ahora, han adquirido un poder que nunca antes tuvieron, y son plenamente conscientes de ello. Quieren que les ofrezcamos contenidos interesantes y útiles, y no meramente promocionales. Y, sobre todo, desean conversar, opinar, aconsejar, criticar, y obtener una respuesta a sus mensajes.
4. Y llega el gran quebradero de cabeza para muchas empresas que se lanzan al mundo de las redes sociales: la interacción con los usuarios, y el hecho de que podamos recibir de ellos no sólo alabanzas y piropos, sino también críticas. Los usuarios utilizan las redes para conversar, y lo hacen con plena libertad. Reaccionan ante los mensajes que les lanzamos, y lo pueden hacer de manera positiva o criticándonos sin ningún tipo de cortapisa. Expresarán su opinión más sincera, sea ésta positiva o negativa. Asúmelo y prepárate para reaccionar, conversar con tus usuarios, y reaccionar ante los comentarios negativos con naturalidad. Recuerda que tus seguidores no te van a perdonar que los ignores, los bloquees o que te enfrenten a ellos cuando te critican.
5. El último de nuestra lista de errores, y quizá la causa de todos los anteriores, es creer que cualquiera puede gestionar los perfiles en las redes sociales, y que es algo que se puede dejar para cuando haya tiempo. La presencia de tu empresa en las redes sociales tiene que ser tan profesional como el servicio de atención al cliente o el departamento de ventas, y requiere la misma atención diaria que cualquiera de ellos. Es una obligación diaria más, y no se puede dejar en manos de la improvisación.
Estrategia y una nueva mentalidad de comunicación
De modo que, antes de lanzarte a las redes sociales realiza ese trabajo previo de planificación. Establece claramente a quién te diriges, dónde tienes que estar, qué objetivos tienes, qué estrategia vas a implantar para conseguir esos objetivos, cómo te vas a comunicar con tus seguidores, qué criterios vas a utilizar para medir la incidencia que está teniendo sobre tu empresa su presencia en las redes sociales, y quién se va a encargar de realizar ese trabajo.
Los usuarios pueden permitirse el lujo de ser espontáneos y de decir lo que se les ocurre en cada momento. Pero ese es un privilegio reservado para ellos, que entran en las redes para divertirse, comunicarse con otros usuarios, o simplemente para expresar su opinión sobre cualquier asunto que les interese.
Para las empresas, las redes son una herramienta de trabajo más, y como tal las tienen que considerar.