Una de las grandes ventajas del mundo digital es que todo se registra, todo es medible, lo que nos permite seguir prácticamente paso a paso el comportamiento de los usuarios en nuestra web, gracias a la analítica web.
Así, podemos saber, por ejemplo, cuándo, cómo y a través de qué medio llegan, qué palabras clave utilizan para encontrarnos, su lugar de procedencia, tipo de dispositivos que utilizan para navegar, tiempo que pasan en nuestra página o los movimientos que hacen en nuestra página antes de finalizar una comprar.
Pero, evidentemente, recopilar datos no es suficient. Además, hemos de ser capaces de seleccionar aquellos que realmente son relevantes para nuestro negocio, y de analizarlos e interpretarlos correctamente. Sólo así podremos saber qué pasa en nuestra página y porqué, y seremos capaces de realizar cambios y poner en marcha estrategias que nos permitan solucionar problemas, corregir debilidades o reforzar aquellos aspectos en los que destacamos.
Precisamente ese trabajo continuo de mejora es el objetivo último de la analítica web, una de las áreas
fundamentales del marketing online, que se encarga de llevar a cabo ese proceso de selección, recogida y análisis de los datos de un sitio web, con el fin de utilizar ese conocimiento para realizar cambios y mejoras en nuestro sitio y resultar más atractivos para nuestros clientes y potenciales clientes.
¿Pero qué pasos y qué elementos hay que tener en cuenta a la hora de realizar un análisis de nuestra página web?.
Saber qué queremos medir y porqué
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que recoger y analizar la cantidad ingente de datos que están a nuestra disposición puede ser una tarea agotadora y, además, muy poco práctica., ya que no todos son igual de relevantes para nosotros.
Por eso, antes de iniciar el trabajo de analítica, definiremos nuestros objetivos y a partir de ahí estableceremos los Indicadores Clave de Rendimiento (KPI por su nombre en ingles, Key Performance Indicators), que son una serie de variables, factores, unidades de medida, que nos permiten medir el éxito de nuestra estrategia y acciones.
De esta manera sabremos exactamente qué métricas son útiles para nosotros y cuáles son las cifras exactas que indican que nuestra página está funcionando tal y como hemos planeado.
El proceso de medición y recogida de datos
El siguiente paso es empezar a realizar la medición y recogida de datos, y para ellos es imprescindible, en primer lugar, seleccionar la o las herramientas de analítica digital que vamos a utilizar y asegurarnos de que nuestra página está preparada para que éstas empiecen a recibir los datos de navegación.
Por ejemplo, en el caso de Google Analytics, tendremos que crear una propiedad para nuestra web e insertar en todas las páginas de nuestro sitio el código que permite a Analytics recoger los datos.
Además, si queremos que el proceso de recogida de datos para su posterior interpretación sea más rápido y eficiente, deberemos configurar la herramienta para que podamos acceder de manera sencilla a esas métricas que son realmente relevantes para nosotros.
Análisis e interpretación
Una vez las herramientas elegidas empiezan la recogida de datos, podremos realizar un seguimiento diario del funcionamiento de nuestra web y, llegado el momento, realizar el trabajo de análisis e interpretación que nos permitirá conocer no sólo lo que está ocurriendo en nuestra página, sino también qué podemos hacer para mejorarla.
Ya que, las métricas nos dicen qué está pasando en nuestra web, mientras que con el análisis y la interpretación sabremos no sólo qué hacen los usuarios, sino también qué no hacen y podremos interpretar las causas de su comportamiento.
Es decir, un buen analista debe ser capaz de utilizar todos los datos que ha recogido para explicar las causas por los que se han obtenido esos resultados y exponer qué está funcionando en nuestra estrategia, en qué estamos fallando y cómo podemos mejorar lo que hacemos bien y corregir lo que estamos haciendo mal.
Reporte de resultados e inicio de un nuevo ciclo de análisis
Por último, también es muy importante que el analista web sea capaz mostrar los datos y explicar, a partir de ellos, sus conclusiones en un informe sencillo, útil, eficaz y bien organizado, que permita a aquellos que tienen que tomar las decisiones comprender qué está ocurriendo en la web, qué modificaciones y mejoras es necesario realizar y porqué.
A partir de aquí, el trabajo del analista continúa, ya que la página seguirá generando nuevas métricas y estadísticas que habrá que recopilar, analizar e interpretar con el fin de saber si las nuevas acciones puesta en marcha, los cambios en la estructura o en el diseño de la web o la nueva estrategia de marketing digital está cumpliendo con los objetivos establecidos y seguir haciendo recomendaciones en un proceso que tiene como objetivo la mejora constante de la web y de las estrategias de marketing digital.