El rendimiento de un sitio web es uno de los elementos que, con los años, ha ido ganando importancia a la hora de conseguir un buen posicionamiento SEO. Por eso, la calidad de los servicios que nos presta nuestro proveedor de hosting se ha convertido en un factor importante dentro de la estrategia de posicionamiento orgánico de cualquier sitio web.
Por supuesto, un buen alojamiento web, por sí solo, no conseguirá que una página se sitúe en los primeros lugares de las páginas de resultados de búsqueda, pero es un factor que debemos tener en cuenta cuando elaboramos una estrategia de posicionamiento orgánico en buscadores, fundamentalmente, porque un mal hosting puede echar por tierra buena parte del trabajo SEO que estemos realizando.
La razón es que los buscadores, pero de manera especial Google, se han fijado como objetivo fundamental garantizar que los usuarios tengan una experiencia satisfactoria tras utilizar su motor de búsqueda. Esto implica asegurar que cuando acceden a alguna de las webs que aparecen en sus páginas de resultados de búsqueda, encuentren lo que están buscando, de manera rápida y segura.
Evidentemente, la pertinencia de los contenidos de una web es algo completamente ajeno a la empresa de hosting, pero si buscamos rapidez de carga y garantía de que nuestros usuarios disfrutarán de una navegación segura, hemos de estar muy atentos a la empresa de hosting que contratamos.
Por qué es importante para el SEO la velocidad de carga y cómo afecta una buena selección de hosting
En estos tiempos de prisa e inmediatez, tener una página web lenta es una forma de ahuyentar a los usuarios.
Según análisis realizados por Google, el 53% de las personas abandonan un sitio móvil si tarda más de tres segundos en cargar. Por lo tanto, si la página de resultados de Google lleva a una página que no carga rápidamente, el buscador no estará facilitando esa experiencia de navegación satisfactoria que persigue.
Google establece como el tiempo ideal de carga de la versión móvil en dos segundos como máximo, y tiene en cuenta para establecer este tiempo de carga tres métricas que incluye en su informe de Core Web Vitals:
- LCP (Largest Contentful Paint): muestra la cantidad de tiempo que se tarda en represen-tar el mayor elemento de contenido desde el momento en que el usuario solicita la URL.
- FID (First Input Delay): Muestra el tiempo desde que el usuario interactúa con el sitio web haciendo clic en el enlace hasta el momento en que el navegador responde a la ac-ción, es decir, en qué momento se puede interactuar con la página.
- CLS (Cumulative Layout Shif): mide la estabilidad visual, y se obtiene de sumar el tiem-po de carga acumulado de todos los cambios de diseño inesperados. Es decir, está mé-trica nos indica cuando dejan de producirse cambios inesperados en el diseño de la web.
Estas tres métricas dependen del diseño y del desarrollo de la web, y del hosting.
Cuando un usuario escribe la URL de una página en su navegador o pincha en un enlace, el servidor donde está alojada la web realizará tres tareas fundamentales: ejecutar código, consultar bases de datos y mostrar archivos.
Un hosting de calidad contará con amplios recursos (memoria de procesamiento, disco duro…) y con un buen ancho de banda para que estas tres tareas se realicen con rapidez, de manera que la página esté disponible para que el usuario interactúe con ella en el menor espacio de tiempo posible.
En el caso de alojamientos compartidos, también habrá que tener en cuenta que el servidor dé servicio a un número limitado de página, de manera que no corra peligro de sobrecarga, ya que esto dilataría el tiempo de respuesta.
El factor ubicación para garantizar una buena velocidad de carga
Además, la velocidad de respuesta de los servidores de hosting también depende de su ubicación geográfica y la del usuario, que determinan la distancia que deben recorrer los datos y, por tanto, la velocidad a la que el usuario recibirá respuesta.
Por ello, los motores de búsqueda tienen en cuenta las señales basadas en la ubicación: localización geográfica del usuario, del negocio y de los servidores en los que está alojada la web.
Así, si un negocio que opera en España, Google primará aquellas páginas que tengan su alojamiento dentro del país, y si se trata de un negocio que opera a nivel mundial, valorará mejor una web alojada en un servicio CDN (Content Delivery Network), que es una red de servidores distribuidos por todo el mundo, que replican el contenido estático de un sitio para mostrarlo a cada persona según su ubicación.
De manera que, a la hora de elegir un alojamiento, deberemos de tener en cuenta también dónde están ubicados físicamente los servidores de la empresa de hosting.
Seguridad y posicionamiento SEO
Cualquier página que no ofrezca una conexión segura a internet será penalizada por los motores de búsqueda.
Si, además, la página ha sufrido recientemente algún tipo de problema de seguridad grave, por ejemplo, una infección de malware, no solo será penalizada, sino que además es muy posible que aparezca una advertencia de seguridad que hará que los usuarios eviten visitar la web.
Es decir, cualquier problema de seguridad o caída de los servicios que detecten los motores de búsqueda penalizará el posicionamiento, y si estas incidencias se prolongan en el tiempo o se repiten con cierta frecuencia, mayor será la penalización.
Además, si hemos contratado un hosting compartido, hemos de tener en cuenta que compartir alo-jamiento con una página con problemas de seguridad o con mala reputación online también puede afectar a nuestra web.
Qué tenemos que tener en cuenta a la hora de contratar un hosting
- Localización geográfica cercana al usuario final.
- Que nos proporcione una gestión eficaz de datos y un buen ancho de banda.
- Espacio en disco suficiente para dar respuesta a nuestras necesidades. No todas las webs necesitan el mismo espacio de disco. Por ejemplo, un comercio electrónico o una web de noticias, necesitarán más espacio que una página estática en la que apenas se realizan actualizaciones.
- Que sea capaz de responder al tráfico que tiene o que prevemos que tenga nuestra web.
- Rendimiento de los servidores excelente y estable, de manera que se garantice un alto tiempo de actividad, y que cualquier posible suspensión de servicio será puntual y tendrá una respuesta inmediata, para solucionarla.
- Que realice copias de seguridad periódicas y frecuentes.
- Deberá proporcionarnos acceso SFTP, protocolo que permite transferir datos cifrados entre un ordenador local y el espacio web disponible en el hosting a través de Secure Shell (SSH). Es un tipo de acceso fundamental para los desarrolladores web.
- Compatibilidad con la estructura de nuestro sitio.
- Seguridad mejorada: la posibilidad de disfrutar de certificados SSL gratuitos junto con el servicio de alojamiento.
- Buen soporte técnico y un servicio de atención al cliente de buena calidad, capaz de resolver cualquier incidencia de manera rápida y eficiente.
- No debe ser compartido con sitios que atenten contra la política de Google