Lleva diciéndose desde hace años, y a pesar de la gran cantidad de cambios que experimenta Internet prácticamente a diario, no ha dejado de ser en ningún momento una realidad: el contenido es el rey. Se ha dicho por activa y por pasiva, pero lejos de ser una frase tópica, de esas que pierde sus sentido y significado de tanto usarla, sigue siendo una realidad.
Cuanto más útil e interesante sea el contenido que ofrezcamos a aquellos que visitan nuestra web, blog o perfiles en las redes sociales, mayores posibilidades de éxito tendremos. Internet se ha convertido para la mayoría de los usuarios en un poderoso medio de información.
A través de Internet compramos, vendemos, escuchamos música, vemos series de televisión y películas y entramos en contacto con personas situadas en cualquier lugar del mundo, pero, sobre todo, buscamos información. Una información que nos ayuda a tomar decisiones sobre qué, cómo y dónde compramos o en qué y de qué modo vamos a ocupar nuestro tiempo libre, entre otras muchas cosas. Decisiones en las que tenemos muy en cuenta la imagen que una empresa tiene en Internet, pero fundamentalmente lo que nos dice y se dice de ella.
Por eso, elaborar buenos e interesantes contenidos propios ha de ser una de nuestras principales ocupaciones y preocupaciones, si queremos sacar el máximo partido a nuestra presencia en la Red.
Que nuestra página web y nuestros perfiles en las redes sociales cuenten con unos contenidos atractivos, originales, útiles y constantemente renovados hará que los usuarios nos perciban como una empresa que les ofrece un plus de calidad, ayudará a mejorar nuestra imagen en Internet y facilitará que aquellos que nos han visitado una vez, vuelvan a hacerlo. Además, tener unos buenos contenidos no es sólo una forma de atraer a nuevos usuarios y de fidelizar a los que ya tenemos, sino también un medio fundamental para posicionarnos en los buscadores. No podemos olvidar que los buscadores, fundamentalmente Google, son una fuente fundamental, si no la principal, del tráfico que llega a cualquier página web, y que uno de los criterios fundamentales que utilizan para posicionar a las empresas es la cantidad de contenidos que ofrecen, la calidad de los mismos y la periodicidad con la que estos se renuevan.
Es evidente que una parte importante de los contenidos que constituyen nuestra página web apenas variarán, salvo en momentos excepcionales. Al fin y al cabo, somos quienes somos y hacemos lo que hacemos. En este punto sólo nos cabe hacer una buena selección inicial, informar de manera clara, sencilla y útil sobre nosotros y nuestra actividad, y estar pendientes para que no pierdan actualidad.
En el caso de las tiendas online, en las que suele haber una mayor rotación de contenidos, no debemos olvidar nunca la necesidad de ofrecer siempre la máxima información y de la mayor calidad sobre los productos de nuestro e-commerce.
Pero además, tenemos la posibilidad de renovar constantemente nuestros contenidos añadiendo a nuestra web un blog, en el que podemos incluir todo tipo de información relacionada con nuestra empresa y su ámbito de actuación. No hace falta escribir sesudos e interminables artículos, basta con incluir contenidos que aporten información relevante y útil, que resulten fáciles de entender por nuestros clientes y potenciales clientes, y por supuesto originales, elaborados por y para nosotros, porque copiar en Internet es un error que se acaba pagando en el medio y largo plazo.
Una tarea que requiere un esfuerzo, una constancia y un compromiso que no siempre resulta fácil de mantener, en muchos casos por falta de tiempo, pero que es necesarios que realicemos.
Por ello, tendremos que decidir si nos vamos a encargar de esa tarea nosotros mismos, o si vamos a confiársela a una empresa externa que cuente con profesionales especializados en la redacción de contenidos digitales. De hecho, existen empresas, como CUSTOS messium, que ofrecen este tipo de servicios y que en colaboración muy directa con la empresa para la que trabajan, se encargan de detectar cuáles son esos asuntos que despiertan el interés de sus clientes o potenciales clientes, seleccionar aquellos que mejor se ajustan a las características de la empresa, y elaborar periódicamente contenidos que ayuden a mejorar la imagen de tu empresa en la Red, ampliar tu presencia en la misma, y obtener un mejor posicionamiento en Google.